sábado, 7 de noviembre de 2015

Clasificación de la depresión

De acuerdo con la National Institute of Mental Health (2009), existen varios tipos de trastornos depresivos. Los más comunes son:

El trastorno depresivo grave: Se caracteriza por tener una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer, y disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras. La depresión grave incapacita a la persona y le impide desenvolverse con normalidad. Un episodio de depresión grave puede ocurrir solo una vez en el curso de vida de una persona, pero en la mayoría de los casos recurrirá durante toda su vida.

El trastorno distímico: Se caracteriza por tener síntomas de larga duración (dos años o más), menos graves que los del trastorno depresivo grave, y tal vez no incapaciten a una persona, pero sí le pueden impedirle tener una vida normal. Las personas con distimia también pueden padecer uno o más episodios de depresión grave a lo largo de sus vidas.

También hay algunas formas de trastorno depresivo que muestran características un tanto diferentes a las anteriores, o pueden desarrollarse en casos únicos como los que se describen a continuación:

Depresión psicótica: Se presenta  cuando una enfermedad depresiva grave está acompañada por alguna forma de psicosis (ruptura con la realidad, alucinaciones, y delirios).

Depresión posparto: Se diagnostica cuando una mujer que ha dado a luz recientemente sufre un episodio de depresión grave dentro del primer mes después del parto. Se calcula que del 10 al 15 por ciento de las mujeres padecen depresión posparto luego de dar a luz.


El trastorno afectivo estacional: Se caracteriza por la aparición de una enfermedad depresiva durante los meses del invierno, cuando disminuyen las horas de luz solar. La depresión generalmente desaparece durante la primavera y el verano. 

En cuanto a la Depresión Infantil, como señalan los autores A. Poliano-Lorente (1988) los síntomas somáticos y psicológicos de la depresión varían dependiendo de la edad del niño, ya que entre más edad tiene el niño los síntomas somáticos se sustituyen por síntomas psicológicos más parecidos a los de la depresión en un adulto, por lo que considera que la edad es una variable que se debe considerar a la hora de diagnosticar a un niño como depresivo.


La depresión tanto en niños, como en adultos de acuerdo al CIE se divide  en 3, esto de tomando a consideración la sintomatología del paciente, y de la duración en que se presentan los síntomas.

Leve : El niño puede presentar  los síntomas de la depresión pero en un nivel moderado, la duración del periodo en que el niño esté triste es en promedio dos semanas,  puede realizar sus actividades con normalidad aunque no mostrar mucho interés. Del mismo modo  puede mostrarse un poco cansado y sin ánimo.

Media: Presenta diferentes síntomas, al igual que en la leve durar por lo menos dos semana y se caracteriza por que le niño se muestra sin ánimo, se muestra cansado, sin ánimo, presenta dificultades  para concentrarse es sus actividades diarias, se siente inferior, pierde la confianza en el mismo y no se siente útil, le cuesta trabajo seguir con sus actividades normales.

Grave: Presenta los síntomas más notorios,  el interés en sus actividades diarias es poco o nulo, generalmente deja de hacerlas, tiene episodio de angustia o ansiedad, presenta cansancio,  baja de ánimo, poca concentración, sentimientos de inferioridad, poca confianza en si mismo, bajo rendimiento escolar, dolores de cabeza, de estómago. Todo esto  de una manera muy marcada. Incluso puede presentar deseos suicidio, en niños pequeños es muy difícil, pero generalmente se presenta en niños mayores o entrados a las adolescencia.

Bibliografia
A. Poliano-Lorente (1988). Las depresiones infantiles. Madrid, España: Morata.

Referencia:

National Institute of Mental Health (2009). Depresión, Instituto Nacional de la Salud Mental de los Estados Unidos.: Publicación de NIH. Recuperado de http://www.nimh.nih.gov/health/publications 


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